La decisión del Ministerio Público (PPS) de suspender el juicio del soldado F por las dos muertes del Domingo Sangriento en Derry en 1972 fue anulada en el Tribunal Superior de Belfast.
Al pronunciar el fallo, la presidenta del Tribunal Supremo, Siobhan McKegan, dijo que la decisión del Servicio de Protección del Pueblo de no continuar con la acusación «cruzó el umbral de la irracionalidad».
El Departamento de Protección de la Familia anunció el año pasado que había suspendido el juicio del Soldado F por los asesinatos de James Ray y William McKinney en medio de preocupaciones de que el caso pudiera colapsar a la luz de un fallo judicial separado sobre la admisibilidad de la evidencia que derribó a otro con problemas. juicio criminal que involucra a dos veteranos de guerra.
La familia McKinney luego inició una revisión judicial para impugnar la decisión del PPS.
Al pronunciar hoy la sentencia, el Presidente del Tribunal Supremo dijo: “Sostenemos que la decisión traspasa el umbral de la irracionalidad donde simplemente no coincide, o sea, hay un error de razonamiento que le quita razón a la decisión.
De ello se deduce que el asunto debe permanecer con PPS para reconsiderar la decisión.
“Ya ha habido un retraso significativo en los procesos penales, por lo que el curso de acción más rápido y efectivo puede ser pedirle al juez de distrito que se pronuncie sobre la cuestión de la admisibilidad en primer lugar.
“La confianza del público en interés de la justicia se puede servir mejor mediante una decisión judicial final sobre el asunto por parte de un tribunal que tenga una consideración adecuada de los méritos.
«PPS ahora tendrá que decidir sobre los próximos pasos».
Sin embargo, el tribunal desestimó las revisiones judiciales de varias otras familias del Domingo Sangriento para desafiar a PPS al no procesar a otros cinco veteranos.
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La presidenta del Tribunal Supremo dijo que considera que «no hubo error de derecho» en estas decisiones.
El Domingo Sangriento fue uno de los días más oscuros en la historia de Irlanda del Norte, cuando los soldados británicos mataron a tiros a 13 manifestantes civiles en el área de Bogside de Derry.
Otro hombre fue asesinado a tiros por paracaidistas el 30 de enero de 1972, cuatro meses después. Si bien muchos lo consideran la víctima número 14 del Domingo Sangriento, su muerte se atribuye oficialmente a un tumor cerebral inoperable.