El revestimiento interior natural de los envases de alimentos mejora sus credenciales ecológicas y saludables

El BPA es un componente de la resina adhesiva que se utiliza para prevenir la corrosión en latas y recipientes de acero y aluminio, pero su uso en envases de alimentos está restringido en algunos países de la Unión Europea por motivos de seguridad, y está completamente prohibido en Francia en envases, recipientes y utensilios de alimentos. .

Se sabe que este químico se transporta a los alimentos como un disruptor endocrino (como las hormonas) y está relacionado con enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes, así como con problemas de desarrollo en bebés y adolescentes, explica Alejandro Heredia, investigador del Instituto de Enfermedades Subtropicales. y Mediterranean Horticulture, «Lai Mayura» participa en el nuevo desarrollo.

Ahora, Heredia y un equipo de investigación internacional han ideado una alternativa innovadora mediante el uso de residuos del procesamiento del tomate para producir una resina hidrofóbica (repelente al agua) que se adhiere al metal y tiene propiedades anticorrosivas.

La resina es una alternativa segura en comparación con el BPA y es sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

“Del productor de residuos obtenemos una materia prima ecológica, sostenible y de muy bajo impacto ambiental, ya que reduce la generación de residuos y, al mismo tiempo, reduce la extracción de recursos fósiles para la fabricación de estos mismos envases”,Según Heredia.

producción circular

Los investigadores propusieron reutilizar el orujo de tomate (de gazpachos, salsas y jugos) para producir un recubrimiento biodegradable (resina de goma laca) basado en un modelo de bioeconomía circular.

El subproducto tiene un bajo valor nutritivo y por lo tanto se desecha como desecho sólido para su incineración (liberación de dióxido de carbono) o uso en alimentación animal.

Para producir la resina, se deja secar el orujo de tomate y se elimina el exceso de agua por hidrólisis para extraer los lípidos (grasas vegetales), luego se mezcla con un 80% de agua y un 20% de etanol.

«Esta dispersión de la grasa en agua se rocía directamente sobre la superficie metálica para protegerla. Esto le permite penetrar en el metal, adherirse a la forma de la lata y resistir los cortes posteriores en el recipiente». Los investigadores explican.

Finalmente, el calentamiento de la mezcla a 200 grados durante 10 a 60 minutos inicia la unión molecular para obtener una resina con una alta tasa de adhesión, alta capacidad anticorrosión contra la sal y cualquier líquido y propiedades protectoras.

“Si el contenedor se cae, golpea o sufre un golpe mientras se transporta, por ejemplo, en un camión de reparto, la resina actúa como una barrera protectora entre la comida y el metal”.

Indicadores positivos

Se realizaron pruebas de simulación adicionales para verificar la efectividad de la resina de orujo de goma laca en diferentes grupos de alimentos.

Las soluciones de etanol, los polímeros absorbentes y los aceites imitan los efectos de las sopas, los alimentos deshidratados y las cremas, respectivamente, observándose resultados positivos.

“Los compuestos de este barniz no se transfieren a los alimentos y por tanto no contaminan el producto en la lata, como ocurre con la resina BPA”, dice Heredia.

El siguiente paso, continúa, es evaluar los efectos en el enlatado y el envasado utilizando alimentos reales y evaluar posibles aplicaciones industriales.

“Tomaríamos salsa de tomate, atún y otros alimentos que generalmente se venden en latas, los esterilizaríamos, los enlataríamos y verificábamos si resistirían las condiciones reales”.

Una alternativa verde y saludable

Se evaluó el impacto ambiental de la producción de resina y se comparó con los procesos y resultados de producción de BPA.

Este análisis revela que la obtención de resina de orujo de tomate produce menos dióxido de carbono que la resina BPA. Y cuando el orujo de tomate no se usa, sino que se quema para deshacerse de él, la contaminación que genera también es mayor que cuando se reutiliza como resina”.Heredia lo confirma.

Además, se ha determinado que el costo de producir resina de tomate y su aplicación en productos diarios para la salud humana es bajo, en comparación con el BPA.

Fuente: Revista Cleaner
Goma laca de base biológica a partir de pulpa de tomate procesada industrialmente para envases de alimentos minerales sostenibles
Publicado en febrero de 2023
DOI: https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2022.135836
Autores: José J. Benítez, María C. Ramírez Pozo, José A. Heredia Guerrero, et al.

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