CIUDAD DEL CABO (Reuters) – Los legisladores sudafricanos aprobaron el martes un nuevo proyecto de ley de seguro médico que allana el camino para la atención médica universal para millones de los más pobres en una revisión de un sistema de dos niveles.
El proyecto de ley del Seguro Nacional de Salud (NHI, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo nivelar el campo de juego en la sociedad más desigual del mundo, en medio de temores de que su implementación se vea socavada por la corrupción endémica y una economía débil que lucha por financiar los servicios básicos.
El proyecto de ley, que se introducirá paulatinamente a un costo de miles de millones de dólares, propone un fondo especial que reúne recursos públicos y privados y limita a los proveedores privados de asistencia médica, como Discovery en Sudáfrica, a ofrecer cobertura solo para servicios que no pueden ser reembolsados. por el Estado. Fondo NHI.
Si bien Discovery (DSYJ.J) apoyó ampliamente las reformas propuestas, en presentaciones al parlamento el año pasado rechazó el modelo actual de financiador único del NHI como poco práctico, prefiriendo un modelo de financiamiento combinado para ayudar a reducir el riesgo de fracaso.
«Aceptamos que el NHI no será la bala de plata para solucionar todos nuestros problemas de salud, pero es la base necesaria sobre la que construir para mejorar progresivamente el acceso con calidad y equidad», dijo el ministro de Salud, Jo Pahla.
El sistema de salud en la economía más industrializada de África refleja desigualdades raciales y sociales más amplias que persistieron tres décadas después del fin del apartheid.
Se estima que el 15% o 9 millones de los 59 millones de habitantes de Sudáfrica pagan actualmente por atención médica privada universal, mientras que la mayoría de los negros pobres suelen hacer cola durante horas en los hospitales gubernamentales sin personal debido a la falta de equipos.
«El NHI no es el llamado milagro que el ANC dice que es», dijo Michelle Clark, la ministra de salud en la sombra en la oposición oficial, cuando el proyecto de ley fue rechazado durante un debate.
La Asamblea Nacional inferior del parlamento, que está controlada por el gobernante Congreso Nacional Africano, votó 205 a 125 a favor del proyecto de ley, que ahora debe ser aprobado por el Senado antes de pasar al presidente Cyril Ramaphosa para que lo convierta en ley.
Información de Wendell Roelf; Editado por Alejandro Smith
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