Con la reciente prohibición de las ventas del iPhone 12 en Francia por temor a la radiación, se avecina un posible efecto de bola de nieve, ya que otros estados miembros de la UE podrían seguir su ejemplo en una campaña internacional para frenar a las grandes tecnologías.
En una declaración a la prensa a principios del mes pasado, el ministro digital francés, Jean-Noel Barrot, dijo que la radiación electromagnética emitida por el iPhone era superior a lo legalmente permitido según los organismos nacionales de vigilancia tecnológica.
La tasa de absorción específica (SAR) del iPhone 12, cuando se usa cerca del cuerpo, por ejemplo en los bolsillos de los pantalones, resultó ser superior al límite legal de cuatro vatios por kilogramo.
Apple ahora planea implementar las actualizaciones, en respuesta a la velocidad del iPhone 12 de 5,74 vatios por kilómetro, a todos los propietarios de iPhone 12 en Francia.
El gobierno francés advirtió que el incumplimiento de Apple requeriría el retiro del mercado de todos los dispositivos iPhone 12 que ya poseen los consumidores dentro del país.
La Organización Mundial de la Salud indica actualmente que no existe evidencia científica que respalde la idea de que la radiación de los teléfonos móviles pueda ser perjudicial para los humanos.
Sin embargo, algunas organizaciones recomiendan precaución al usarlos y apoyan investigaciones más definitivas a largo plazo, razón por la cual se han desarrollado guías de seguridad gubernamentales tentativamente.
Es cierto que los teléfonos emiten radiación; Sin embargo, generalmente se supone que es seguro y es del mismo tipo que se utiliza para transmitir frecuencias de estaciones de radio.
Esto es diferente de otras formas de radiación como los rayos X, que sabemos que son dañinos. Hasta el momento no se han encontrado buenas explicaciones que demuestren que la radiación de los teléfonos móviles sea perjudicial para la salud. También es poco probable que aumente el riesgo de cáncer, ya que los científicos generalmente creen que la energía liberada es demasiado débil para dañar el ADN.
El asunto ha llevado al gobierno francés a mostrar su fuerza regulatoria, y Apple no es el único fabricante bajo escrutinio. Otras marcas como Samsung y Motorola tienen modelos que superan el límite nacional. De hecho, los organismos de vigilancia tecnológica franceses han incluido más de 50 modelos de teléfonos en las principales empresas de tecnología, y productos clave como el Samsung Galaxy Note 10 y Motorola Edge están bajo escrutinio.
Aunque es poco probable que la radiación de los teléfonos móviles perjudique la salud, la dramática afirmación de Francia de un gigante tecnológico como Apple ha llevado a otros a unirse a su ejemplo.
Mathieu Michel, Ministro de Estado de Digitalización de Bélgica, también se ha comprometido a investigar el problema en el país, mientras que Alemania e Italia también están prestando mucha atención a cualquier evolución.