España dijo el domingo que un líder independentista del Sáhara Occidental en el centro de una disputa diplomática entre Rabat y Madrid debe responder a los cargos legales en España antes de abandonar el país.
El canciller español, Aranja González Laya, dijo el mes pasado que el líder del Frente Policario, Brahim Gali, había llegado a España desde Argelia para recibir tratamiento médico.
La decisión de España de tratar a Gali sin decirle a Marruecos ha enfurecido a Rabat, quien considera que el Sáhara Occidental es parte de Marruecos y afirma que Gali está utilizando documentos de viaje y un nombre falso emitido por Argelia.
Cuando Galli se recuperó de sus problemas de salud, González Laya dijo que tendría que responder a un caso en el Tribunal Superior español antes de regresar a su país de origen.
«Prometimos darle a esta persona una respuesta humanitaria. Esta persona se encontraba en una situación crítica por muchos de sus problemas de salud, incluido un caso grave de COVID-19», dijo a Radio Nacional de España.
«Una vez que se recupere, regresará a su país. Mientras tanto, enfrenta una serie de casos judiciales y esperamos que cumpla con sus obligaciones con la justicia española».
El Tribunal Superior español ha rechazado la solicitud de los demandantes de arrestarlo, quien ha sido citado por un tribunal español en un caso de crímenes de guerra en su contra.
Marruecos instó el sábado a España a abrir una investigación sobre la situación en Galle y explicar sus hallazgos a Rabat. Lee mas
La policía respaldada por Argelia busca la independencia de la región, que el año pasado anunció la reanudación de una lucha armada, que el Consejo de Seguridad de la ONU anunció en 1991. La correduría quedó en suspenso por el alto el fuego, pero había poca evidencia de una pelea.
En diciembre, Estados Unidos reconoció el reclamo de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, en el que Rabat fortaleció los lazos con Israel.
El lunes, Marruecos parecía estar flexibilizando los controles fronterizos con la ciudadela del norte de África de España, lo que provocó que miles de personas cruzaran ilegalmente.
Rafat acusó posteriormente al clima y a los cansados guardias fronterizos de pasar, aunque los analistas creen que estuvo vinculado a un enfrentamiento diplomático con Madrid.
Marruecos recordó esta semana las consultas con su embajador en España y dijo el viernes que las relaciones entre los dos países se deteriorarían si dejaba la España vacante sin un juicio.
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