Los hábitos alimentarios dieron forma a los cráneos de humanos y dinosaurios • Earth.com

Los hábitos nutricionales esculpieron los huesos de nuestra cabeza, según un nuevo y fascinante estudio. Durante más de siglo y medio, los científicos han estado fascinados por una extraña característica que comparten los cráneos de los vertebrados terrestres. Desde los majestuosos dinosaurios del pasado hasta los humanos de hoy, hay un vacío notable en el área del templo.

Un esfuerzo colaborativo entre investigadores de Universidad de Tubinga Y Universidad del Ruhr en Bochum Este misterio ha sido arrojado a la luz. La investigación destaca cómo los comportamientos dietéticos afectan nuestra anatomía.

Brecha de conocimiento: el secreto del templo

La pronunciada apertura del templo en los cráneos de los vertebrados terrestres ha intrigado a los científicos durante décadas. En los reptiles, esta característica a menudo se manifiesta como un par de vacuolas, lo que plantea dudas sobre su origen e importancia.

El estudio realizado por un equipo especializado de Tubinga y Bochum ofrece una explicación convincente. Los investigadores han relacionado las fuerzas ejercidas durante la alimentación con el desarrollo de estos esqueletos.

Revelando los orígenes de la forma del cráneo.

El Dr. Ingmar Werniburg de la Universidad de Tubinga, figura clave en el estudio, destacó las diversas formas del cráneo y los huesos observadas por los científicos. Sin embargo, el origen de las rejas y aberturas de los templos y su impacto en la comprensión de la biología y las relaciones de los vertebrados aún no ha quedado claro.

El profesor Holger Breschoft de la Universidad del Ruhr en Bochum, famoso por sus contribuciones a la morfología funcional, proporcionó un principio básico que subyace a la hipótesis del estudio.

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El profesor Breshoft explicó que la masa ósea se forma en zonas expuestas a tensiones de compresión. Además, destacó la necesidad del reposo mecánico para prevenir la formación de pseudoartrosis o pseudoartrosis.

Impacto evolutivo de la dieta.

Los expertos analizaron varios reptiles fosilizados, incluidos dinosaurios, y finalmente compararon los cráneos de vertebrados terrestres a lo largo de millones de años de evolución.

El análisis reveló un aspecto fascinante de la anatomía humana: una gran abertura temporal encima del pómulo. Esta característica permite que el músculo de la mandíbula se conecte con la mandíbula inferior, creando un pasaje claro al masticar.

Tras este descubrimiento, el equipo observó que una mordida intensa en la parte frontal de la mandíbula, quizás con la ayuda de los colmillos, genera una tensión significativa que se irradia desde arriba de los ojos hacia el cuello. Esta tensión hace que se formen arcos óseos en la zona de la sien.

Características del cráneo y hábitos alimentarios.

Además, los reptiles exhiben una característica craneal adicional relacionada con sus hábitos alimentarios. Debido a que tienden a morder en la parte posterior de la mandíbula, se benefician de una mayor fuerza de mordida. Este aumento de fuerza es posible gracias a la menor distancia de la palanca a la articulación de la mandíbula.

Según Werneborg, este procedimiento genera una tensión de compresión que requiere la creación de un puente óseo detrás del ojo. Cuando esto se cruza con la presión de sobremordida generada por la mordida anterior, las fuerzas se fusionan parcialmente. Es probable que esta interacción conduzca a la formación del segundo arco cigomático.

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Sinfonía estructural

Las investigaciones previas de Breschoft sobre el efecto de estas fuerzas en los cráneos de los animales modernos, junto con las pruebas sobre los umbrales de fractura ósea, sentaron las bases. Este trabajo fundamental permitió aplicar estas ideas a la historia de la evolución de los vertebrados.

Por lo tanto, el estudio revela que sacudir a la presa o arrancar las hojas genera fuerzas de corte laterales adicionales, lo que provoca más modificaciones en la sien. Los músculos de la mandíbula desempeñan un papel crucial en la estabilización del cráneo. Transfieren estas fuerzas de regreso a los dientes, previniendo posibles fracturas.

Perspectivas evolutivas: impulsando el futuro de la paleontología

Esta investigación representa un avance importante. El estudio avanza en nuestra comprensión de cómo los hábitos alimentarios dieron forma a los cráneos de los vertebrados terrestres durante millones de años.

Al vincular los comportamientos alimentarios con los cambios evolutivos en la forma del cráneo, la investigación proporciona una nueva perspectiva sobre la compleja relación entre forma, función y evolución. Posteriormente, allana el camino para una reconstrucción más precisa de los estilos de vida de los animales extintos.

En esencia, el estudio realizado por un equipo de la Universidad de Tubinga y la Universidad del Ruhr en Bochum no sólo resolvió un viejo misterio científico, sino que también puso de relieve la profunda influencia de los hábitos alimentarios en el desarrollo evolutivo de los vertebrados terrestres.

A medida que continuamos explorando las profundidades de la historia de nuestro planeta, hallazgos como estos sirven como recordatorio de las complejas conexiones que conectan todas las formas de vida.

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El estudio se publica en la revista. Registro anatómico.

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