Los humanos somos más similares a otras especies de lo que nos gustaría creer. Somos sociales como los delfines, nos comunicamos como monos, pastamos como elefantes y mucho más. Un estudio reciente realizado por la Universidad de Buenos Aires y publicado en la revista caosDestaca un rasgo que compartimos con las aves.
Incluso cuando los pájaros están dormidos, sus cerebros emiten señales eléctricas similares a las que se producen cuando están despiertos. Por primera vez, un estudio ha conseguido traducir en sonido la actividad muscular de los pájaros dormidos. Los resultados de esta investigación única han brindado nuevos conocimientos sobre el cerebro de las aves y, al mismo tiempo, nos han dado pistas sobre con qué podrían estar soñando las aves cuando se van a dormir, informó. Revista Smithsonian.
Esta investigación se llevó a cabo cuidadosamente mediante un experimento con dos grandes kiscadinas. Son aves pequeñas y de colores brillantes que viven en Sudamérica, Centroamérica y partes de México y Texas. En términos de rasgos y características, las aves tienen plumas de color amarillo vibrante que cubren su vientre, alas de color naranja y manchas blancas y negras en la cara.
El experimento requirió capturar dos pájaros, ya que los científicos necesitaban implantar quirúrgicamente electrodos para registrar la actividad muscular de las criaturas mientras dormían y despertaban. Después de varias rondas, registraron alrededor de 100 casos de actividad muscular asociada con el canto.
Curiosamente, una de las canciones artificiales que produjo coincidía con los sonidos que hacen los kiscadianos cuando luchan en tierra. Sin embargo, los científicos observaron imágenes de vídeo del pájaro dormido de ese momento y descubrieron que las plumas de la cabeza del pájaro estaban erguidas, tal como lo harían durante una pelea.
«Es posible que el pájaro estuviera teniendo una pesadilla», dijo Gabriel Mindlin, coautor de este estudio y biofísico de la Universidad de Buenos Aires. «Se notaba que este tipo probablemente estaba teniendo una pesadilla, recreando toda la experiencia de luchar contra el sueño», añadió. Vale la pena señalar que los animales sueñan de manera diferente a los humanos. Incluso después de capturar los sonidos de los pájaros, es difícil para los científicos demostrar que los pájaros estaban soñando. Los pájaros no sueñan como los humanos porque carecen de lenguaje y de conciencia de sí mismos. Los resultados del estudio sugieren que algo está sucediendo dentro de las mentes de las aves.
El Dr. Mindlin explicó por qué la investigación se basó en los grandes kiskadis: “Para este trabajo preliminar, elegimos el gran kiskadi (Betangus sulphoratus), un miembro de la familia de los papamoscas y una especie en la que recientemente descubrimos los mecanismos físicos del canto, y algunos Se proporcionaron simplificaciones”. Noticias de ciencia. En el pasado, se han realizado experimentos similares que incluían estudiar los sonidos de los pájaros dormidos. Investigaciones anteriores han descubierto que las palomas dormidas experimentan una mayor actividad cerebral en áreas asociadas con el procesamiento visual y las señales de las alas, lo que sugiere sutilmente que las aves urbanas comunes pueden soñar con volar.
El Dr. Mindlin expresó que “los sueños son una de las partes más íntimas y esquivas de nuestra existencia” y que saber que los compartimos con “una especie tan lejana es muy conmovedor”. Publicación de propiedad intelectual.