Las cancelaciones de vuelos son inevitables si la huelga planeada por los pilotos de Aer Lingus la próxima semana se lleva a cabo, dijo la aerolínea.
El martes, la Asociación Irlandesa de Pilotos de Líneas Aéreas (IALPA) notificó la regla de trabajo indefinido a partir del 26 de junio como parte de una disputa salarial en curso.
Los pilotos miembros de IALPA votaron el 99% a favor de la acción, incluida la huelga.
Donal Moriarty, director de asuntos corporativos de Aer Lingus, dijo a la emisora irlandesa RTÉ que el impacto de la huelga de trabajadores de la próxima semana será significativo.
«Definitivamente dará lugar a cancelaciones y probablemente será acumulativo y el nivel de cancelaciones aumentará con el tiempo, por lo que definitivamente será significativo», dijo.
En su intervención en el programa Drivetime de RTÉ, afirmó que la medida estaba «diseñada para maximizar el impacto negativo en los clientes».
«Está diseñado para causar una perturbación significativa, especialmente con respecto a la cláusula que impide cambios en los menús», dijo Moriarty.
«Por lo tanto, inevitablemente veremos algunas cancelaciones y quizás niveles crecientes de cancelaciones día a día».
Pidió a los miembros de IALPA que trataran con ellos a través de la Comisión de Relaciones en el Lugar de Trabajo (WRC), a lo que, según dijo, se habían negado hasta ahora.
Los miembros de IALPA votaron abrumadoramente para rechazar la recomendación de un tribunal laboral de que los pilotos deberían recibir aumentos salariales por un total del 9,25% como parte de un acuerdo provisional.
Esta cifra era muy inferior al 23,8% buscado por los pilotos.
Aer Lingus calificó el nivel de aumento solicitado como «exorbitante, escandaloso e insostenible».
IALPA dijo que las ofertas salariales anteriores no tenían en cuenta la inflación, las importantes ganancias obtenidas por Aer Lingus y los sacrificios realizados por los pilotos para apoyar a la aerolínea durante la pandemia de Covid.
El presidente de IALPA, el capitán Mark Tighe, dijo el lunes que la dirección de Aer Lingus debe «comprender la fuerza de los sentimientos» y «ver que los pilotos no retrocederán».