Bangladesh: las reducciones en las raciones de alimentos para los refugiados tendrán graves consecuencias para la salud

Muchos refugiados en los campamentos también padecen enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, presión arterial alta y diabetes tipo 2. Nuestros equipos actualmente brindan atención a un grupo de más de 4,500 pacientes. Para los pacientes con enfermedades no transmisibles, comer una dieta saludable es crucial para controlar sus condiciones de salud. La disminución del acceso a una alimentación adecuada puede aumentar su dependencia de la atención médica, lo que podría aumentar la demanda de servicios de salud que ya están sobrecargados en los campamentos.

“Estamos comprometidos a brindar servicios a los rohingyas mientras los necesiten, pero cubrir más necesidades médicas en los campamentos de Cox’s Bazar está más allá de las capacidades de MSF”, dice Miglita.

Los servicios de salud en los campamentos también están bajo una enorme presión mientras luchan por lidiar con los efectos médicos de las pésimas condiciones de vida de las personas, incluidos los brotes de sarna, dengue y cólera, como resultado del saneamiento deficiente, el agua estancada y los inodoros con descarga de agua.

A MSF le preocupa que los recortes en las raciones de alimentos aumenten la sensación de desesperanza que ya prevalece en los campamentos, y que puedan incitar a más rohingya a emprender viajes extremadamente peligrosos por mar y tierra, en busca de una vida mejor y un futuro más esperanzador.

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