Ben & Jerry’s dejará de vender helados en la Cisjordania ocupada por Israel y disputará sobre Jerusalén Este, diciendo que las ventas de tierras demandadas por los palestinos «contradicen nuestros valores».
El anuncio fue una de las reprimendas más firmes y visibles de una empresa conocida a la política de Israel de asentar a sus ciudadanos en territorios ganados por la guerra.
La comunidad internacional considera en general que los asentamientos son ilegales y un obstáculo para la paz.
Ben & Jerry’s pondrá fin a las ventas de helados en el territorio palestino ocupado. Lea nuestra declaración completa: https://t.co/2mGWYGN4GA pic.twitter.com/kFeu7aXOf3
– Ben y Jerry’s (@beandjerrys) 19 de julio de 2021
La medida de la empresa de helados con sede en Vermont provocó una rápida reprimenda del primer ministro israelí, Naftali Bennett, un exlíder del movimiento de asentamientos en Cisjordania, quien la calificó como «una decisión poco ética que creo que también se convertiría en un error comercial».
El titular de la licencia, que es responsable de la fabricación y distribución de helados en Israel, ha dicho que no renovará el acuerdo de licencia cuando expire a fines del próximo año, según un comunicado publicado en el sitio web de Vermont de la compañía.
La declaración de Ben & Jerry señaló «las preocupaciones que hemos compartido con nuestros fans y socios de confianza».
La compañía no ha identificado explícitamente estas preocupaciones, pero el mes pasado un grupo llamado Vermonters for Justice in Palestine pidió a Ben & Jerry’s que «ponga fin a la complicidad en la ocupación israelí y los abusos contra los derechos humanos de los palestinos».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel describió la decisión de Ben & Jerry como una «capitulación a la presión persistente y agresiva de los grupos extremistas antiisraelíes» y la compañía estaba cooperando con el «terrorismo económico».
«La decisión es inmoral y discriminatoria porque tiene como objetivo a Israel, daña a israelíes y palestinos y alienta a los grupos extremistas que utilizan tácticas de intimidación», dijo el ministerio en un comunicado. También pidió a Ben & Jerry’s que retirara su decisión.
Si bien los productos de Ben & Jerry’s no se venderán en asentamientos, la compañía dijo que permanecerá en Israel a través de un acuerdo diferente.
Pero hacerlo será difícil. Las cadenas de supermercados israelíes, el principal canal de distribución de la heladera, operan en los asentamientos.
Fundada en Vermont en 1978, pero actualmente propiedad del grupo de bienes de consumo Unilever, Ben & Jerry’s no ha sido tímido con los problemas sociales.
Si bien muchas empresas actúan con ligereza en la política por temor a alienar a los clientes, la heladera ha adoptado el enfoque opuesto, a menudo defendiendo causas progresistas.
Ben & Jerry se opuso a lo que llamó las políticas reaccionarias de la administración Trump al cambiar el nombre de uno de sus sabores a Pecan Resist en 2018, antes de las elecciones de mitad de período.
La compañía dijo que Pecan Resist celebra a los activistas que resisten la opresión, las prácticas ambientales dañinas y la injusticia. Como parte de la campaña, Ben & Jerry’s dijo que otorgará $ 25,000 cada una a cuatro entidades activas.