El planeta hermano de la Tierra, Venus, ha experimentado impactos de alta velocidad y alta energía, según encuentra un nuevo estudio, creando un núcleo sobrecalentado que alimenta los volcanes y hace resurgir el planeta.
Un equipo dirigido por el Southwest Research Institute comparó las primeras fechas de colisión de la Tierra y Venus para explicar cómo este último preservó una superficie joven a pesar de la falta de tectónica de placas.
La Tierra y Venus se formaron aproximadamente al mismo tiempo, pero han evolucionado de manera diferente durante miles de millones de años. A diferencia de la Tierra, Venus tiene solo una placa continua en su superficie, pero tiene más volcanes que cualquier otro planeta del sistema solar, casi 60 veces más que la Tierra. Estos volcanes jugaron un papel importante en la renovación de su superficie a través de torrentes de lava, proceso que puede continuar hasta el día de hoy.
«Nuestros últimos modelos muestran que el vulcanismo de larga duración es impulsado por colisiones tempranas y energéticas en Venus que brindan una explicación convincente de su joven edad superficial. Este vulcanismo masivo está alimentado por un núcleo sobrecalentado, que conduce a una poderosa fusión interna», afirmó el profesor John Corenga, coautor de la Universidad de Yale.
Ligeras diferencias en la distancia de la Tierra y Venus al Sol han dado lugar a diferencias en las fechas de impacto, en particular el número y el resultado de estas colisiones. La proximidad de Venus al Sol y su mayor velocidad orbital activaron las condiciones de forzamiento. Además, las colisiones que contribuyeron al crecimiento de Venus fueron en su mayoría de objetos que se originaron fuera de la órbita de la Tierra que requerían excentricidades orbitales más altas para golpear a Venus en lugar de a la Tierra.
El Dr. Simon Marchi, autor principal del nuevo artículo sobre estos hallazgos en Nature Astronomy, Él dijo«El interés en Venus es grande en este momento. Estos resultados serán sinérgicos con las próximas misiones, y los datos de la misión pueden ayudar a confirmar los resultados».
La próxima misión VERITAS de la NASA (abreviatura de Venus Emissivity, Radio Science, InSAR, Topography, and Spectroscopy) estudiará la superficie y el interior de Venus. Le seguirán la misión DAVINCI de la agencia y la misión EnVision de la Agencia Espacial Europea.
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