El gobierno británico aprobó la extradición del irlandés Mike Lynch a Estados Unidos para enfrentar cargos penales por fraude, horas después de que un juez de Londres dictaminara que el magnate de la tecnología fue deshonesto en la venta de su empresa por 11.000 millones de dólares (9.900 millones de euros).
La decisión de extradición de la ministra del Interior, Priti Patel, no significa que Lynch se subirá a un avión en el corto plazo. Puede apelar la orden y la decisión de un tribunal independiente que permita su extradición.
La decisión es la última en más de una década de giros y vueltas tras la venta en 2011 de Autonomy de Lynch a Hewlett Packard. Un año después de la venta, el gigante del hardware de Silicon Valley redujo el valor del acuerdo en 8.800 millones de dólares.
En 2015, HP presentó una demanda civil contra Lynch y el vicepresidente de finanzas de la compañía, en busca de $5 mil millones en daños. El viernes pasado, el juez británico en ese caso dijo que HP fue “inducida” a comprar la empresa.
Estrategias fraudulentas
Lynch, que ganó más de 800 millones de dólares con el trato, estaba «muy consciente» de las estrategias fraudulentas para disfrazar a la compañía de software con sede en Gran Bretaña antes de la compra, dijo el juez.
En 2018, el gobierno de EE. UU. acusó al Sr. Lynch y al jefe de finanzas de 13 cargos penales de fraude electrónico y un cargo de conspiración, alegando que inflaron las cifras de ventas en un intento por cumplir o superar las expectativas trimestrales de los analistas, mantener alto el precio de las acciones y hacer que el empresa parecen atractivas para un comprador.
El abogado de Lynch, Chris Morvillo, dijo que presentará una apelación ante el Tribunal Superior de Londres.
“El Dr. Lynch niega firmemente los cargos presentados en su contra en Estados Unidos y continuará luchando para establecer su inocencia”, dijo Morvillo en un comunicado enviado por correo electrónico. “Es un ciudadano británico que dirigía una empresa británica en Gran Bretaña sujeta a las leyes y normas británicas, y ahí es donde debería resolverse el asunto. Este no es el final de la batalla, ni mucho menos”.
Asesores gubernamentales
La decisión del gobierno británico sobre uno de los empresarios tecnológicos de más alto perfil del país, un antiguo asesor del ex primer ministro David Cameron, fue vista como una prueba del tratado de extradición entre el Reino Unido y los Estados Unidos, que los críticos califican de muy desigual. Estados Unidos rechazó una solicitud de extradición del Reino Unido, mientras que el Reino Unido rechazó 24.
El mes pasado, un juez permitió la extradición de Julian Assange a Estados Unidos para enfrentar cargos, decisión que está siendo apelada.
“Según la Ley de Extradición de 2003, el secretario de Estado debe firmar una orden de extradición si no hay motivos para prohibir que se realice”, dijo el Ministerio del Interior en un comunicado enviado por correo electrónico.
Lynch ha estado luchando contra la extradición en los tribunales del Reino Unido. Perdió un primer intento cuando un juez dijo en julio que debería ser enviado a Estados Unidos. Insistió desde el principio en que el caso no debería ser visto en los EE. UU., afirmando que ninguna de las supuestas malas conductas tuvo lugar en el extranjero.
–Bloomberg