Según los informes, Meghan Markle y el príncipe Harry no asistirán a la coronación del rey Carlos III porque tienen un supuesto plan para robar el protagonismo del histórico evento real.
Se especula que Charles podría hacer un gran anuncio sobre los miembros de la realeza que no trabajan en su gran día para aclarar su posición entre su gente.
El duque y la duquesa de Sussex, que parecen ser enemigos jurados de algunos miembros de su familia, creen que su presencia podría dañar su reputación y aumentar la popularidad del monarca.
La pareja, según una fuente, planea organizar una fiesta de cumpleaños repleta de estrellas en los Estados Unidos para su hijo Archie, que cumplirá cuatro años el mismo día.
Este movimiento de Meghan y Harry no solo los protegerá de los riesgos de seguridad y las posibles burlas públicas, sino que también atraerá la atención de los medios para eclipsar la ceremonia histórica del rey.
Según la misma fuente, los padres de Archie y Lilibet no permitirán que Charles y Camilla disfruten de su coronación. Anteriormente, un amigo de los Sussex dijo que Meghan y Harry estaban «en un aprieto» y estaban considerando «un millón de variables diferentes» que afectarían su decisión.
Mientras que el experto real Richard Fitzwilliams dijo que las preocupaciones sobre la seguridad y una «caída sísmica» en la popularidad desde la publicación de las memorias de Harry significaban que podían quedarse en casa.
Por otro lado, una fuente cercana al duque le dijo a The Daily Telegraph que Harry quiere estar al lado de su padre en «el día más importante con diferencia» y espera salvar su tensa relación con la familia real.
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