La mayor parte de esta inversión está muy concentrada: 94 de cada 100 visados obtenidos a través de este procedimiento legal están vinculados a inversiones inmobiliarias en grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Valencia o Palma de Mallorca, según El País.
Según el dirigente socialista, el programa se ha convertido en un «modelo especulativo» que «ha hecho posible que quienes viven y trabajan en ellos encuentren una vivienda digna y paguen impuestos cada día».
«Ese no es el modelo de país que necesitamos», argumentó Sánchez, añadiendo que es «un modelo que conduce al desastre y reduce la desigualdad».
Después de leer un informe presentado por el Ministerio de Vivienda, Sánchez dijo a los periodistas que el gobierno español comenzaría formalmente el proceso de desechar el proyecto en su reunión semanal de gabinete el martes.
En 2022, la Comisión Europea enfatizado Alegando riesgos de seguridad tras la invasión rusa de Ucrania, los Estados miembros deben poner fin a todos los planes similares.
«Los valores europeos no están a la venta», afirmó entonces el Comisario europeo de Justicia y Consumidores, Didier Reynders. «La venta de ciudadanía a través de 'pasaportes dorados' es ilegal según la legislación de la UE y plantea graves riesgos para nuestra seguridad. Abre la puerta a la corrupción, el blanqueo de dinero y la evasión fiscal», añadió.
Desde entonces, Irlanda, los Países Bajos, Portugal, Grecia y Malta han eliminado o endurecido las normas que rodean sus actuales «visados dorados» o sistemas equivalentes.
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