MADRID (Reuters) – Supermercados, grandes almacenes y empresas de bienes de consumo en España se ofrecieron el viernes como voluntarios para ayudar a los funcionarios de salud sobrecargados de vacunas contra el virus corona, mientras que más de 1 millón de personas ya han recibido dos inyecciones, dijo el gobierno.
En una carta a los funcionarios de salud, cinco asociaciones minoristas importantes dijeron que sus miembros, muchos de los cuales ya están realizando vacunas anuales para los empleados, podrían ofrecer trabajos de COVID-19 a sus trabajadores para reducir la presión sobre el servicio de salud.
Dijo que empresas como El Corte Inks, Carrefour e IKEA podrían operar en estricto cumplimiento de la estrategia nacional de vacunación.
Aunque España inicialmente dijo que podría manejar su programa de vacunación de la red de atención primaria, se espera una aceleración en las entregas de vacunas en el segundo trimestre después de los retrasos recientes que impulsa a las autoridades regionales a considerar convertir grandes áreas en centros de inyección temporales.
Mientras que Madrid utilizará los estadios, otras regiones como Andalucía, Valencia y Cataluña sopesarán sus opciones y utilizarán las catedrales. La ciudad andaluza de Rhonda ya ha abierto centros de vacunación drive-through.
Para alcanzar la meta nacional de vacunar al 70% de la población de 47 millones de habitantes para fines del verano, algunas regiones pueden contratar médicos, estudiantes o farmacéuticos jubilados para ayudar.
España gestionó 2,4 millones de unidades, cada una con más de un millón de personas recibiendo sus dos inyecciones, en una fase inicial, destinada a proteger a los residentes y trabajadores de las residencias de ancianos y a los médicos destacados.
Hasta ahora, casi todas las vacunas se han separado por dos semanas, en dos dosis, con una inyección de Pfizer / Bioentech. España también utiliza la vacuna moderna.
Las autoridades pronto enviarán la vacuna AstraZeneca aprobada a jóvenes de 18 a 55 años a un área más amplia de la comunidad, incluidos trabajadores domésticos y fisioterapeutas.
A medida que la tasa de infección de 14 días en España descendió de casi 900 a 496 casos por cada 100.000 a finales de enero, varias regiones comenzaron a facilitar los controles.
El número de muertos por el virus aumentó de 530 a 64,747 el viernes, mientras que el número de casos aumentó de 14,581 a 3,06 millones.
Los bares en la región central de Castilla-La Manza reabrieron el viernes, pero los clientes deben descargar el código QR antes de que pueda ayudar a rastrear la comunicación. Madrid, por su parte, extenderá su toque de queda de 11 a 23 horas.
Informe de Emma Pineto y Nathan Allen; Compilado por Andre Khalif y Alison Williams