España se ha alineado con los estándares de la OTAN y la Unión Europea, estableciendo un sistema de seguridad de la información de cuatro niveles. Son restringidos, reservados, reservados y muy reservados.
Hasta ahora, el Ministerio de Defensa se encargaba de desclasificar secretos, pero esta tarea ahora será transferida al Ministerio de la Presidencia.
En lugar de presentar una petición al gobierno en un caso judicial, los jueces deben solicitar el permiso de la Corte Suprema para levantar la orden de confidencialidad sobre los documentos requeridos por el caso judicial.
La decisión final con respecto a la divulgación de información confidencial recae en el gobierno. La información restringida, secreta o clasificada puede ser reclasificada por ministros y otros funcionarios de alto rango, incluidos los militares. La nueva ley sigue la promesa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de un escándalo provocado por las revelaciones de que los políticos catalanes de mentalidad independentista fueron espiados por un poderoso y controvertido software espía vendido solo a agencias gubernamentales.
El proyecto de ley aún debe ser debatido en el Parlamento, donde puede sufrir cambios.