KBC está listo para comenzar a escribir a los clientes a partir de hoy para decirles que tienen seis meses para cerrar sus cuentas antes de salir del mercado aquí.
Los mensajes se publicarán de forma continua durante el resto de este año y hasta principios de 2023 para que el proceso sea lo más escalonado y estructurado posible.
El banco belga también proporcionará recordatorios a los clientes durante este período a través de una combinación de cartas, correos electrónicos y SMS.
KBC Bank tiene alrededor de 130,000 cuentas corrientes activas o acreditadas.
Ella estima que 52,000 de estos clientes necesitarán abrir una nueva cuenta o cambiarse a un nuevo proveedor.
Los 78.000 titulares de cuentas corrientes ya tienen una cuenta en uno de los bancos competidores.
El 97 % de los clientes de cuentas corrientes activas de KBC lo manejan principalmente a través de la banca en línea o una aplicación móvil, lo que indica que tienen conocimientos digitales, algo que el banco espera que facilite el proceso.
KBC había indicado inicialmente que daría a sus clientes solo tres meses para cerrar sus cuentas, pero luego modificó esta orden por hasta seis meses después de la presión del regulador.
El banco informó recientemente al comité de Oireachtas que espera detener todas las transacciones a fines de agosto del próximo año, aunque indicó que sería flexible con el cronograma.
Ayer, KBC dijo que, como parte de su salida planificada, no aceptará nuevos pedidos de todos los productos a partir del 15 de julio.
Esto incluye cuentas corrientes, hipotecas, depósitos personales, préstamos personales, seguros de vivienda y automóviles, seguros de vida y tarjetas de crédito personales.
El banco también dijo que ya no aceptará nuevos pedidos de productos bancarios comerciales, incluidas cuentas corrientes comerciales, préstamos comerciales y depósitos comerciales.
Hasta un millón de clientes transferirán sus cuentas de KBC y Ulster Bank en los próximos meses, ya que ambos prestamistas concluyen sus operaciones aquí.
Si bien ambos tenían acuerdos con otras empresas de servicios financieros para vender préstamos y otros activos, las cuentas corrientes y de depósito no estaban incluidas.
En los últimos meses, el Banco Central ha expresado su preocupación por el estado de preparación dentro del sector bancario para esta gran transformación.
También existe la preocupación de que los emisores de adeudos directos, como las empresas de servicios públicos, no estén preparados para hacer frente a la gran cantidad de solicitudes de modificación de los datos bancarios de adeudo.
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