MADRID, 18 ago (Reuters) – La mayor sorpresa detrás de la primera carrera de España a la final de la Copa Mundial Femenina fue una revuelta en el vestuario que les privó de algunas de sus mejores jugadoras.
En septiembre del año pasado, un nutrido grupo de jugadores le dijo a la Federación Española de Fútbol (RFEF) que dejaba la selección mientras el técnico Jorge Vilda estaba al mando, lo que provocó un terremoto en un vestuario ya fracturado.
El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, recibió 15 correos electrónicos de 15 jugadores, todos escritos en primera persona pero diciendo lo mismo con las mismas palabras.
“Quisiera informarle que los acontecimientos y la situación en la selección española, de la que tiene conocimiento, tiene un impacto importante en mi estado anímico y, por extensión, en mi salud”, se lee en la carta.
«Como resultado, actualmente no me considero en condiciones de ser seleccionado para la selección nacional y he pedido que no se me convoque hasta que se resuelva la situación».
Las otras tres, la capitana Irene Paredes, la veterana delantera Jennifer Hermoso y la dos veces ganadora del Balón de Oro Alexia Butellas, mostraron su apoyo a sus compañeras pero esencialmente no enviaron una carta.
Los informes de un vestuario dividido y una relación tensa con Vilda se arremolinaron en torno al equipo antes y después de la Eurocopa 2022, intensificándose después de la sorprendente derrota ante Inglaterra en los cuartos de final.
Los informes sugieren que las jugadoras están descontentas con la falta de ambición de la RFEF para el equipo femenino y que los métodos de entrenamiento de Wilda ya no resuenan con las jugadoras.
No hubo ninguna sugerencia de comportamiento inapropiado y la campaña se vio socavada porque ninguno de los jugadores salió públicamente a explicar adecuadamente sus demandas, solo negaron que pidieron que despidieran a Vilda.
La RFEF apoyó a Vilda en las horas más oscuras de la rebelión, y sacó de su plantilla a jugadores implicados en la polémica.
Entre las ausencias se encontraban nombres destacados como Sandra Baños, Patrice Guijarro, Mabi León y Claudia Piña, piezas clave en la brillante campaña del Barcelona por el título de la Liga de Campeones. Paredes y Hermoso también.
La reserva de talento de España era tan profunda que eran muy competitivos a pesar de no tener muchos de sus mejores jugadores.
Los buenos resultados reforzaron la posición de Wilda y la RFEF, y 8 de los 15 se retiraron después de varios meses y pidieron reincorporarse a la plantilla de cara al Mundial.
Hermoso y Paredes ya habían fichado por la RFEF y fueron reintegrados, pero Vilda solo tenía sitio para los otros tres Rebeldes en su plantilla mundialista.
Lo que habría sido uno de los equipos más fuertes y emocionantes del mundo se rompió y desacreditó.
Sin embargo, a pesar de que los jugadores se están quedando atrás y Butellas sigue luchando por su mejor forma con una rotura de ligamento cruzado anterior que lo ha dejado fuera de juego durante casi un año, el español está en el centro de atención en el escenario más grande.
Mientras ‘La Roja’ se prepara para enfrentar a Inglaterra el domingo, el apoyo total de la nación los vio derrotar a Japón 4-0 en el torneo más grande de sus vidas.
Informe de Fernando Gallas; Editado por Peter Rutherford
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