El club dijo que la Premier League y la Asociación de Fútbol estaban en contacto con el gobierno británico por «problemas de integridad» que resultaron de la prohibición de boletos del Chelsea.
El gobierno colocó al club bajo una licencia especial luego de castigar al propietario Roman Abramovich por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin. La licencia fue diseñada para evitar que Chelsea, y por lo tanto Abramovich, generaran nuevos ingresos, incluida la venta de entradas.
Chelsea emitió un comunicado al mediodía del lunes diciendo que estaban presionando al gobierno por el derecho a vender entradas y que el club estaba celebrando reuniones diarias para modificar la licencia.
Pero las revelaciones del club a la Premier League y la Asociación de Fútbol también han generado preocupaciones de que la licencia podría resultar en que los fanáticos no puedan visitar Stamford Bridge o los fanáticos del Chelsea para los partidos fuera de casa por el resto de la temporada si el boleto no se compró en o antes del 10 de marzo cuando se dictaron las sanciones.
«Estamos presionando al gobierno para que permita que nuestros fanáticos obtengan entradas», dijo el club en un comunicado.
Diariamente se realizan reuniones en busca de una solución. Además, la Premier League y la Asociación de Fútbol están discutiendo con el gobierno los problemas de integridad deportiva que se plantean si no permiten la asistencia de aficionados. Somos conscientes del alto nivel de frustración que experimentan nuestros seguidores por este problema y estamos haciendo todo lo posible para resolverlo lo antes posible».