Es posible que se hayan sentado en el palco real de Wimbledon hace unos 30 años, pero como muestran estas fotos, la princesa Charlotte es el doble que su difunta abuela Diana.
La joven princesa se robó el espectáculo cuando hizo su debut en la final masculina el fin de semana pasado, animando al español Carlos Alcaraz, de 20 años, cuando destronó a Novak Djokovic para convertirse en el número uno del mundo.
Y parece que la niña de ocho años ha heredado de Diana algo más que el amor por los deportes.
Charlotte entretuvo a los fanáticos de Royal al imitar las expresiones faciales y los gestos de su abuela también.
Mirando fijamente la acción en la cancha central, con la barbilla apoyada en la mano, estaba la imagen de Diana en la final individual masculina de 1995 cuando la entonces princesa de Gales vio a Pete Sampras defender su título contra Boris Becker.
Charlotte también coincidió con otras poses de las visitas de Diana hace unos años, haciendo muecas por las voleas falladas y vitoreando con alegría en un punto de pelea.
Incluso las gafas de sol redondas de Charlotte la hacían parecer la viva imagen de Diana. Ambos los miraron con la misma amplia sonrisa.
Sin duda, su bisabuela, la reina María, habría estado de acuerdo: usó un par similar para abrir el Campeonato de 1939.
Según los informes, Charlotte ha estado tomando lecciones de tenis desde los dos años y se dice que es tan natural como su madre, la Princesa de Gales, que patrocina la Lawn Tennis Association. Quizás algún día la pequeña Royal siga los pasos de sus tenis.
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