Los astrónomos han descubierto la ráfaga de radio rápida (FRB) más distante hasta la fecha.
El equipo internacional observó una explosión distante de ondas de radio cósmicas que duró menos de un milisegundo.
Su origen fue identificado por el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) en una galaxia tan distante que su luz tarda ocho mil millones de años en llegar hasta nosotros.
La ráfaga de radio rápida (FRB) es también una de las ráfagas más energéticas jamás observadas, liberando el equivalente a la emisión total del Sol durante 30 años, en una pequeña fracción de segundo.
Los investigadores sugieren que este descubrimiento confirma que se pueden utilizar ráfagas de radio rápidas para medir la materia perdida entre galaxias, proporcionando una nueva forma de pesar el universo.
Los métodos actuales para estimar la masa del universo dan respuestas contradictorias y desafían el modelo estándar de cosmología.
«Si contamos la cantidad de materia natural en el universo -los átomos de los que estamos hechos- falta más de la mitad de lo que debería estar allí hoy», dijo Ryan Shannon, profesor de la Universidad Tecnológica de Swinburne en Australia, quien también Codirigió el estudio.
«Creemos que la materia faltante se esconde en el espacio intergaláctico, pero puede ser tan caliente y difusa que es imposible verla usando técnicas normales».
Y añadió: “Las ráfagas de radio rápidas detectan este material ionizado.
«Incluso en un espacio que está casi completamente vacío, pueden ver todos los electrones, y esto nos permite medir la cantidad de materia que existe entre las galaxias».
La explosión, denominada FRB 20220610A, fue descubierta en junio del año pasado por el radiotelescopio ASKAP en Australia.
«Utilizando el conjunto de antenas ASKAP, pudimos identificar la fuente de la explosión», dijo Stuart Ryder, astrónomo de la Universidad Macquarie en Australia y coautor principal del estudio.
«Luego utilizamos el VLT de ESO en Chile para buscar la galaxia fuente y descubrimos que es más antigua y más distante que cualquier otra fuente FRB encontrada hasta ahora y que probablemente se encuentre dentro de un pequeño grupo de galaxias fusionadas».
Los resultados fueron publicados en la revista Science.