Los astrónomos han descubierto un exoplaneta del tamaño de la Tierra con un clima inusualmente extremo y se cree que la mitad del planeta está cubierto de lava. El planeta HD 63433 d está bloqueado por mareas, lo que significa que un lado siempre mira hacia su estrella mientras que la otra mitad siempre mira hacia el espacio, creando una gran diferencia de temperatura entre los dos lados del planeta.
Descubra el TESS (satélite de estudio de exoplanetas en tránsito) de la NASA. El planeta HD 63433 d tiene aproximadamente 1,1 veces el diámetro de nuestro planeta y la estrella que orbita es similar a nuestro sol, ya que su tamaño es el 91% del tamaño del sol y el 99% de su masa. Pero lo que hace que este exoplaneta sea muy diferente de la Tierra es su órbita muy cercana a su estrella. Completa una órbita alrededor de su estrella en sólo 4,2 días, lo que lo sitúa ocho veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol.
Debido a que está tan cerca, las temperaturas de su superficie son extremadamente altas, pudiendo alcanzar los 2294 °F (1257 °C) en el lado que mira a la estrella. Esto es tan caliente que probablemente quemaría cualquier atmósfera que pudiera haberse formado. De hecho, todo el lado que mira al sol, llamado lado del día, puede ser un «hemisferio de lava».
El sistema en el que se encuentra el planeta también se diferencia de nuestro sistema solar en que es unas 10 veces más joven. El planeta en sí tiene sólo 400 millones de años. El sistema también contiene otros dos planetas, HD 63433 b y c, los cuales son aproximadamente 5 veces más masivos que la Tierra y aproximadamente 7 veces más masivos, respectivamente. También orbitan un poco más lejos, con órbitas de 7 y 20 días respectivamente.
El nuevo planeta fue descubierto utilizando TESS, que detecta exoplanetas observando sus estrellas anfitrionas. Debido a que los planetas fuera de nuestro sistema solar son más pequeños y livianos que las estrellas, son muy difíciles de detectar directamente. Por eso, TESS utiliza una técnica llamada método de tránsito, que monitorea la estrella anfitriona y busca una ligera caída en el brillo que ocurre cuando un planeta pasa frente a ella. Al observar con qué frecuencia ocurren estas caídas de brillo y cuánto duran, los científicos pueden identificar qué planetas deben estar causando las caídas.
La investigación se publica en Revista astronómica.
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