Los terremotos a menudo se ven a través del lente de la experiencia humana: su destrucción inmediata, la reconstrucción de comunidades y la pérdida de vidas. Sin embargo, los bosques también experimentan la fuerza de estos poderosos acontecimientos. Un nuevo estudio realizado por el Dr. Shan Zhao de Academia china de ciencias Revela cómo los bosques sobreviven a los terremotos y luego se adaptan.
¿Qué son los anillos de los árboles?
Los árboles, como narradores de historias, tienen un registro de su pasado en sus anillos de crecimiento. Cada anillo representa un año de vida y su grosor refleja cuánto ha crecido el árbol ese año.
Factores como el clima, la disponibilidad de agua y la luz solar afectan el crecimiento de un árbol, lo que deja un ancho de anillo récord. Los anillos más anchos indican buenos años con mucha lluvia y calor, mientras que los anillos estrechos cuentan la historia de tiempos difíciles como sequías o períodos de frío.
registrar el pasado
Los científicos utilizan esta información para comprender el medio ambiente en el pasado. Al estudiar los anillos de los árboles de diferentes épocas y lugares, pueden reconstruir una línea de tiempo de cambios, que revela cómo el clima y los ecosistemas cambian con el tiempo.
Este método, llamado dendrocronología, es particularmente útil para estudiar el cambio climático porque proporciona pistas a largo plazo sobre cómo respondieron los ecosistemas a cambios climáticos pasados, incluso antes de que comencemos a llevar registros detallados.
Comparar anillos de árboles
Los investigadores compararon el grosor de los anillos de los árboles antes y después de los terremotos para ver cómo estos poderosos eventos afectaron el crecimiento de los árboles. Examinaron cuidadosamente datos de bosques de todo el mundo durante más de 100 años, separando los efectos de los terremotos de los efectos del clima. Al estudiar estos registros naturales, los científicos han aprendido cómo los bosques se adaptan y sobreviven, incluso después de que el suelo debajo de ellos tiembla.
Efecto de los terremotos en los bosques secos
Sorprendentemente, los bosques de regiones más secas, como el oeste de América del Norte, parecen beneficiarse de los terremotos. Cuando el suelo tiembla, se forman grietas y fracturas en el suelo, actuando como canales de riego naturales. Este cambio permite que el agua de lluvia penetre más profundamente de lo habitual, llegando a las raíces de árboles y plantas que normalmente sufren en condiciones secas.
Este “trago profundo” de agua proporciona a los árboles la humedad y los nutrientes que tanto necesitan, lo que resulta en mayores tasas de crecimiento. Una infiltración de agua más profunda también libera nutrientes atrapados en las capas superiores del suelo, lo que promueve la salud de los árboles. En estas áreas, los terremotos actúan como un alivio temporal de las limitaciones habituales de la sequía, permitiendo que los bosques florezcan.
Curiosamente, este efecto positivo no es temporal. De hecho, los efectos de un terremoto pueden mejorar la resiliencia y el crecimiento de un bosque durante más de veinte años. Este largo período de beneficios demuestra la notable capacidad de los bosques para adaptarse y beneficiarse de los cambios en su entorno, convirtiendo un evento devastador en una ventaja a largo plazo.
El efecto de los terremotos en los bosques húmedos.
Sin embargo, la historia es completamente diferente en los bosques con fuertes lluvias. En estas zonas, el uso excesivo del agua puede ser perjudicial, provocando erosión del suelo y lixiviación de valiosos nutrientes. Los terremotos pueden exacerbar estos problemas al aumentar la saturación del suelo, lo que pone de relieve cómo los beneficios acumulados en las zonas secas están vinculados a su contexto ambiental.
Esto significa que en lugares como Nueva Zelanda, conocida por sus exuberantes paisajes y abundantes lluvias, los bosques han luchado por recuperarse, mostrando tasas de crecimiento reducidas en los años posteriores a un terremoto.
Además, los bosques de estos lugares húmedos pueden tardar en recuperarse de los daños causados por la erosión, del mismo modo que les lleva a los bosques de lugares secos beneficiarse del agua adicional después de un terremoto.
Aprende de las diferencias
Comprender cómo los bosques reaccionan de manera diferente a los terremotos es crucial para apreciar la compleja relación entre los movimientos del suelo y la salud ambiental e informar cómo se gestionan y conservan estos ecosistemas. Este estudio enfatiza la resiliencia de la naturaleza y cómo fuerzas aparentemente destructivas pueden tener consecuencias beneficiosas en situaciones específicas.
El Dr. Gao sugiere que los cambios en la forma en que un bosque se recupera después de un evento relacionado con el clima (como una sequía o una tormenta) pueden durar sólo cinco años. Sin embargo, cuando un bosque es golpeado por un terremoto, los cambios en su recuperación pueden durar 20 años o incluso más.
Implicaciones del estudio
El estudio cuestiona la visión de los terremotos como fuerzas puramente destructivas. Puede tener efectos complejos, incluso potencialmente positivos. Este cambio de perspectiva fomenta una comprensión más matizada de las perturbaciones naturales y su papel en la configuración de los ecosistemas.
Resulta que los bosques secos pueden beneficiarse de los terremotos debido a un mejor acceso al agua. Esto sugiere que provocar alteraciones similares del suelo podría ayudar a estos bosques, especialmente en zonas propensas a la sequía.
Por el contrario, los terremotos empeoran el medio ambiente en las zonas húmedas. Este conocimiento es esencial para la planificación de desastres, ya que los esfuerzos de recuperación deben adaptarse a tipos de bosques específicos y abordar los problemas de erosión.
Efectos climáticos de los terremotos.
Los bosques actúan como filtros gigantes, eliminando el dióxido de carbono del aire y ayudando a frenar el cambio climático. Una nueva investigación muestra que los terremotos pueden afectar el crecimiento y la recuperación de los bosques durante muchos años.
Esto significa que los terremotos pueden tener un mayor impacto en la cantidad de carbono almacenado en la Tierra de lo que pensábamos anteriormente. En algunos lugares, los bosques pueden absorber más dióxido de carbono después de un terremoto porque crecen más rápido. Sin embargo, en otras regiones, los terremotos pueden dificultar que los bosques almacenen dióxido de carbono.
Comprender cómo funcionan estos cambios es importante para crear modelos climáticos precisos y desarrollar formas efectivas de combatir el cambio climático.
El estudio se publica en la revista. ciencias naturales de la tierra.
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