MADRID – Marruecos y España intercambiaron el lunes nuevos cargos en una disputa diplomática provocada por el problema regional del Sahara Occidental, que llevó a una crisis de inmigración en la residencia de España en el norte de Marruecos este mes.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, describió las acciones de Marruecos como inaceptables como facilitar los controles fronterizos a través de la residencia de Ciota y un ataque a las fronteras nacionales.
Mientras tanto, la Cancillería marroquí acusó a España de romper «la confianza y el respeto mutuos», creando un paralelismo entre los problemas del Sáhara Occidental y la región española de Cataluña, donde se ubica la Liga Independiente.
La controversia estalló cuando España acordó buscar tratamiento médico sin informar a Rabat del líder del Movimiento por la Libertad del Sáhara Occidental, Brahim Khali.
«No es aceptable que el gobierno diga que cruzaremos la frontera. Abriremos la frontera para permitir 10,000 migrantes en 48 horas … debido a diferencias de política exterior», dijo Sánchez en una conferencia de prensa.
La mayoría de los inmigrantes que entraron en Chyota regresaron inmediatamente a Marruecos, pero hay cientos de minorías sin apoyo que no pueden ser deportadas según la ley española.
La visita fue vista como una respuesta a la decisión de España de tomar una sabia decisión en Galle.
Marruecos considera que el Sáhara Occidental es parte de su territorio. Policario, respaldado por Argelia, busca un estado independiente en el territorio que gobernó España hasta 1975.
Al describir a España como el mejor aliado de Marruecos en la UE, Sánchez dijo que quería mostrar una actitud constructiva hacia Rabat, pero enfatizó que la seguridad fronteriza era primordial.
“Recuerde que el vecindario … debe basarse en el respeto y la confianza”, dijo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Marruecos dijo en un comunicado que España había violado a los buenos vecinos y la confianza mutua y que la inmigración no era un problema.
Rabat agregó que había cooperado con Madrid para bloquear el flujo de migrantes y combatir el terrorismo, lo que ayudó a prevenir 82 ataques de militantes en España.
El ministerio dijo en un comunicado que el caso de Khali «expuso las tácticas hostiles y dañinas de España en relación con el Sahara marroquí».
Dijo que España «no puede luchar contra el separatismo en casa y promoverlo en los países vecinos», citando el apoyo de Rabat a Madrid contra el movimiento independentista catalán.
Por otra parte, Galle, quien ha sido ingresado en el hospital con Govit-19 en Logroño, en la región de Rioja, asistirá a la audiencia del Tribunal Superior el martes, lejos del hospital, informó su fiscalía.
Marruecos, que ha retirado a su embajador en Madrid, ha dicho que podría romper los lazos con España si abandona el país de la misma forma en que entró sin un juicio.
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