BMC Salud Pública Volumen 23, Número de artículo: 748 (2023)
un resumen
fondo
Entre los principios básicos de la Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se encuentra el llamado a no dejar a nadie atrás (LNOB), un principio que ha ganado resonancia a medida que el mundo lidia con la pandemia de COVID-19. El estado de Kerala, en el sur de la India, ha recibido reconocimiento mundial por sus esfuerzos en la gestión de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, se ha prestado menos atención a qué tan integral es este manejo, así como si están «atrasados» en los esfuerzos de pruebas, atención, tratamiento y vacunación y cómo se identifican y se satisfacen sus necesidades. Cerrar esta brecha fue el objetivo de nuestro estudio.
Métodos
Realizamos entrevistas en profundidad con 80 participantes de cuatro distritos de Kerala de julio a octubre de 2021. Los participantes incluyeron miembros electos del gobierno autónomo local, funcionarios médicos y de salud pública, así como líderes comunitarios. Después de un procedimiento de consentimiento informado por escrito, a cada entrevistado se le preguntó quiénes consideraban más «vulnerables» en sus áreas. También se les preguntó si existen programas/planes especiales para apoyar el acceso de grupos «vulnerables» a los servicios de salud pública y relacionados con el COVID, así como otras necesidades. Las grabaciones fueron traducidas al inglés y analizadas temáticamente por un equipo de investigadores utilizando el software ATLAS.ti 9.1.
resultados
El rango de edad de los participantes osciló entre 35 y 60 años. La vulnerabilidad se ha descrito de manera diferente según el contexto geográfico y económico; Por ejemplo, se identificaron pescadores en las zonas costeras, mientras que los trabajadores migrantes se consideraron vulnerables en las zonas semiurbanas. En el contexto del COVID-19, algunos participantes reflejaron que todos estamos en riesgo. En la mayoría de los casos, los grupos vulnerables ya eran beneficiarios de diversos esquemas gubernamentales dentro y fuera del sector salud. Durante el COVID, el gobierno ha priorizado el acceso a las pruebas y vacunas contra el COVID-19 entre los grupos de población marginados, como los pacientes de cuidados paliativos, los adultos mayores y los trabajadores migrantes, así como las comunidades de castas y tribus registradas. Los LSG han brindado apoyo de medios de subsistencia, como grupos de alimentos, una cocina comunitaria y transporte de pacientes, para apoyar a estos grupos. Esto incluía la coordinación entre salud y otros departamentos, que podría formalizarse, simplificarse y mejorarse en el futuro.
Conclusión
Los actores del sistema de salud y los miembros del gobierno autónomo local conocían a la población vulnerable que se priorizaba en varios esquemas, pero no describieron a los grupos vulnerables de otra manera. Se ha puesto énfasis en una amplia gama de servicios disponibles para estos grupos ‘rezagados’ a través de la colaboración interdepartamental y de múltiples partes interesadas. Un estudio adicional (actualmente en progreso) puede proporcionar información sobre cómo estas comunidades, identificadas como vulnerables, se perciben a sí mismas, y si/cómo recibirán, y los planes de prueba diseñados para ellas. A nivel de programa, se deben implementar mecanismos integrales e innovadores de identificación y reclutamiento para identificar a las poblaciones que actualmente se quedan atrás pero que pueden permanecer invisibles para los actores y líderes del sistema.
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