La Reina Sofía de España celebró su 85 cumpleaños apenas dos días después del 18 cumpleaños de su nieta. La coincidencia de estos dos hitos ha levantado muchas especulaciones sobre el futuro de la princesa griega que llegó a España sin trono.
Después de la abdicación de su marido en 2014 y la ascensión de su hijo Felipe al trono español, la reina Sofía ha mantenido un papel central en la familia, apoyando las agendas de su hijo y su nuera, así como las suyas propias. , centrada en varias causas cercanas a su corazón.
Incluso antes de que su nieta se convirtiera en presidenta de honor de la fundación, fue una presencia constante en los Premios Princesa de Asturias y, a diferencia de su marido, siguió siendo popular entre el público español, gracias a su trabajo constante y su perfil low cost. .
Mientras tanto, hace viajes frecuentes a Grecia para estar con su hermano y su hermana, ninguno de los cuales parece gozar de tan buena salud como ella; El rey Constantino falleció en enero tras sufrir una serie de derrames cerebrales, y la princesa Irene se muestra cada vez más frágil en público, motivo por el que la reina Sofía parece haber decidido traerla a España.
Muchos esperaban que la Reina Sofía asistiera al evento, por lo que sorprendió, a pesar de que el Parlamento dejó claro que no aprobaría la visita del Rey Juan Carlos, aunque fuera para asistir al gran día de su nieta. Ella decidió no asistir.
Explicó que su decisión estuvo motivada por el deseo de no crear diferencias entre los abuelos, pero una vez más destiló una presencia que sin duda la princesa Leonor echó de menos.
Ahora, el 2 de noviembre, la ex consorte española cumple 85 años y, pese a seguir gozando de buena salud, muchos se preguntan si su deseo de frenar tiene algo que ver con el deseo de la princesa Leonor de no asistir a la parte pública de su gran día. Necesita recortar su agenda pública y centrarse en su familia.
Es poco probable que alguna vez la veamos reunirse con su marido en Abu Dhabi en 2020 para escapar de algunas investigaciones y preguntas sobre sus decisiones financieras (y es por eso que el Parlamento no aprecia su presencia); En cambio, se espera que la reina Sofía permanezca en Madrid, donde ha vivido desde que el general Franco instaló a su marido como rey.
Disfrutará de un merecido tiempo de jubilación, dedicándose a cuidar de su familia griega y al mismo tiempo haciendo todo lo posible para apoyar a su hijo en su ardua tarea diaria de restaurar la fe en la monarquía.