Las regiones de Asturias y Galicia en el noroeste de España son conocidas por su excelente producción de ternera, otorgada por las Etiquetas Geográficas Protegidas de Calidad (IGP).
Estoy visitando la sierra asturiana, donde las vacas del campo campan a sus anchas en un entorno excepcional. Las lluvias abundantes aquí mantienen pastos fértiles durante todo el año.
Las especies locales como Roxa y Cassina están bien adaptadas a terrenos accidentados y temperaturas extremas.
Asturias es una región de microclimas y tiene variedad de pastos. En pocos kilómetros, se puede conducir desde estos pastos de alta montaña hasta las altas salinas al borde del Océano Atlántico.
Las tradiciones culturales se basan en trabajar en armonía con el medio ambiente. Como muchas familias en Asturias, muchos heredan el negocio familiar.
José Ramón Viña vive en esta espectacular playa. Está criando ganado heredado de sus padres. Ahora, Ramón tiene una nueva hija llamada Ángela.
“Será una cuarta generación de ganaderos, mi abuelo empezó con el negocio de la ganadería, luego lo siguió mi padre, ahora soy yo y espero que ella siga”, dice Ramón.
“Las vacas pastan libremente en estos pastos casi todo el año. Solo dos o tres meses en invierno se mantienen dentro del galpón donde comen forraje, pero pastan libremente durante todo el año”.
Para obtener la IGP, los terneros son amamantados en Asturias durante un mínimo de 5 meses. Las vacas asturianas se reconocen fácilmente por su distintivo pelaje marrón y manchas negras alrededor de los ojos, el hocico, las orejas y la punta de la cola y los cuernos.
Cultivado en la naturaleza y libre de estrés asegura un sabor natural. Es ideal para cocinar un plato típico de ternera asturiana llamado cachobo.
“Es una carne tierna, jugosa, deliciosa porque las fibras son muy cortas, es muy jugosa para comer”, comenta Sergio Rama, chef de la IGP Ternera Asturiana. » «Comemos proteínas de alta calidad. Estos son animales criados felizmente que están afuera todo el día, y eso se traduce en felicidad en el plato».
Galicia
La ganadería es el sustento de más de 8.000 familias gallegas.
Angeline Santos Pereira, lucense, heredó la tradición ganadera de su hato y de sus antepasados. La inseminación con leche materna es esencial ya que mejora el bienestar de los terneros. Según Pereira, los terneros en Galicia necesitan consumir la leche de su madre durante siete meses para obtener su calificación GPI. Perera amamanta a sus terneros durante 10 meses.
El ganado amarillo gallego es la principal raza local. La tradición ganadera despobla estas zonas rurales.
Los estándares de calidad han convertido a la carne gallega en una de las más apreciadas del mundo.
Héctor López es chef GPI en Gastrobar España en Lugo. El restaurante está especializado en carnes y platos regionales. Los filetes de ternera y solomillo son los favoritos entre los lugareños y visitantes por igual.
¡Quién sabe, puedes saborear la naturaleza en cada bocado!