El Tribunal Superior dictaminó que el médico de cabecera estaba equivocado en sus afirmaciones de que solo tenía que pagar menos alquiler de lo que exigía el propietario del edificio donde practicaba en Stepaside, Dublín.
El juez Anthony Barr dijo que la Dra. Fiona Grant estaba equivocada en sus argumentos de que el alquiler anual de 50.000 euros que el propietario decía que debía pagar nunca se había acordado y que el alquiler real era de 29.000 euros.
La jueza también dijo que se equivocó al afirmar que no hubo revisión del alquiler en 2014.
Su arrendador, Gradual Investments Ltd, la había demandado por el alquiler pagado por su clínica médica en el pueblo de Stepaside.
El año pasado, el Dr. Grant obtuvo una orden judicial que impedía a Gradwall ingresar o volver a ingresar a las instalaciones en virtud de un aviso de decomiso en espera de que se determinaran los procedimientos legales. Esta orden judicial permanece vigente al menos hasta que el caso llegue a los tribunales.
Por otra parte, el caso de Gradwall sobre presunto impago de alquiler llegó a una audiencia ante el juez Barr.
El juez dijo que fueron las implicaciones legales de los hechos, no las disputas fácticas fundamentales, las que plantearon la necesidad de una decisión judicial.
Después de considerar las pruebas, el juez dijo que estaba convencido de que la acusada estaba equivocada en todos sus argumentos fundamentales sobre el alquiler.
Dijo que el tribunal «no tiene más que simpatía por el inquilino que se encuentra en dificultades financieras en relación con el contrato de arrendamiento».
Dijo que se vuelve más difícil cuando el inquilino es un profesional médico que aporta mucho a la comunidad brindando atención primaria en la comunidad.
Aunque su decisión supondrá una gran decepción para el Dr. Grant, lo cual es motivo de sincero pesar a nivel humano, la obligación del tribunal es “dar efecto a los acuerdos alcanzados interpretando su significado, no cambiar el significado mediante su eliminación”. o adición”.