Una diva de la discoteca en la cocina monta un espectáculo con algunos trucos escondidos bajo la manga – The Irish Times

Sophie Ellis-Bextor

escenario principal
★★★★☆

Una casa señorial a lo lejos, un campo lleno de niñas juguetonas bailando al anochecer y una extraña versión de Barry Keoghan deambulando. Las cualidades estilo Saltburn de Electric Picnic ciertamente no pasan desapercibidas para Sophie Ellis-Bextor, ya que la cantante de Murder on the Dancefloor adorna el primer día del festival con un set muy agradable.

Saltburn ha dado más protagonismo a Ellis-Bextor y su mayor éxito, que aparece en los créditos finales de la famosa versión de Emerald Fennell de los ricos. Esta es la canción que todo el mundo quiere escuchar mientras la oscuridad desciende sobre Stradbally, y su interpretación atrae a una multitud entusiasta al escenario principal.

Pero al igual que Saltburn, este partido tiene algunos trucos bajo la manga. Primero, Ellis-Bextor le ofrece a su audiencia una versión trepidante de «Crying at the Discotheque» de Alcazar. Es una excelente música de baile que constituye la banda sonora perfecta para la noche inaugural del festival, y se ve realzada por la divertida presencia escénica de Ellis-Bextor (y gracias a un baterista con una máscara de paloma).

Electric Picnic 2024: Sophie Ellis-Bextor sube al escenario principal el viernes. Fotografía: Alan Bateson
Electric Picnic 2024: Sophie Ellis-Bextor sube al escenario principal el viernes. Fotografía: Alan Bateson

Con un traje de lentejuelas estilo Taylor Swift con una capa de matador, Ellis-Bextor irradia una vibra traviesa de hermana mayor. Además de sus sólidas elecciones de moda, la actuación destaca su capacidad para hacer que los éxitos de otras personas parezcan escritos específicamente para ella. Este punto queda claro desde el principio cuando brilla en una reelaboración de «Take Me Home» de Cher.

Ellis-Bextor ha atraído un gran número de seguidores durante la pandemia gracias a su programa semanal. discoteca cocinaEran lujosas veladas de karaoke durante las cuales versionaba canciones de New Order y Lady Gaga mientras intentaba no tropezarse con sus hijos o encender accidentalmente el lavavajillas.

Los programas se transmitieron en vivo a fanáticos agradecidos de todo el mundo y brindaron algunas tonterías muy necesarias en tiempos oscuros. Ella recupera ese espíritu mientras recorre un popurrí de sus primeros éxitos, incluido Groovejet (If This Ain’t Love), una canción que encabezó las listas de éxitos en el verano de 2000.

Luego viene una versión de la canción Like a Prayer de Madonna que le da un cameo a la cantante pop Madge. Luego viene la canción que estábamos esperando: un final épico que el público disfruta y se une al coro. Alegre, alegre y mágico, el momento de asesinato en la pista de baile de Stradbally es el final perfecto para una gran fiesta.

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