El telescopio espacial James Webb ha desplegado por completo un bloqueador solar del tamaño de una cancha de tenis, un hito fundamental para el éxito de su misión de estudiar cada etapa de la historia cósmica, dijo la NASA.
Una transmisión en vivo mostró que «las cinco capas de la visera solar están completamente tensas», informó un locutor en el centro de control del observatorio en Baltimore, mientras los miembros del equipo vitoreaban.
El dispositivo similar a una cometa de 21 metros de largo actúa como un paracaídas, asegurando que los instrumentos de Webb se mantengan a la sombra para que puedan detectar señales infrarrojas débiles de regiones lejanas del universo.
Cada capa se reveló una por una en el transcurso de dos días. Trabajando juntos, ofrecen un factor de protección solar (FPS) de alrededor de un millón.
Debido a que el telescopio era demasiado grande para caber en el cono de la nariz del cohete en su configuración operativa, tuvo que moverse en forma de origami plegado. Desplegar es una misión compleja y desafiante, y es el despliegue más desafiante que jamás haya intentado la NASA.
«Esta es la primera vez que alguien ha intentado poner un telescopio de este tamaño en el espacio», dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, en un comunicado.
«El éxito de su implementación más desafiante, The Sun Shield, es un testimonio increíble del ingenio humano y la habilidad de ingeniería que le permitirá a Webb lograr sus objetivos científicos».
«Fue un momento increíble. Hubo mucha alegría y mucho alivio», dijo a los periodistas en una llamada telefónica Hilary Stock, que se especializa en bloqueadores solares en Northrop Grumman.
Webb, el telescopio espacial más poderoso jamás construido y detrás del Hubble, despegó en un cohete Ariane 5 desde la Guayana Francesa el 25 de diciembre, ahora a más de la mitad de su punto de órbita, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.
Su tecnología infrarroja le permite ver las primeras estrellas y galaxias que se formaron hace 13.5 mil millones de años, lo que brinda a los astrónomos una nueva perspectiva de la era más temprana del universo.
La luz visible y ultravioleta emitida por los primeros objetos luminosos se estiró debido a la expansión del universo, y hoy llega en forma de radiación infrarroja, que Webb estaba equipada para detectar con una claridad sin precedentes.
Su misión también incluye el estudio de planetas distantes para determinar su origen, evolución y habitabilidad.
La visera solar se colocará permanentemente entre el telescopio y el sol, la Tierra y la Luna, con el lado que mira hacia el sol construido para soportar 230 ° F (110 ° C).
Cada capa sucesiva es más fría que la que está encima, lo que permite que los instrumentos sensibles del telescopio funcionen a -380 grados Fahrenheit.
Está hecho de un material liviano llamado Kapton, recubierto con silicona tratada. También tiene un recinto especial «ripstop» para reducir el daño de los meteoritos.
Aunque Webb llegará a su destino espacial, conocido como Lagrange Point II, en cuestión de semanas, todavía le quedan unos cinco meses y medio más para prepararse.
Los siguientes pasos incluyen extender sus alas de espejo primario y secundario, alinear la óptica del telescopio y calibrar sus instrumentos científicos.